VISITA A LA ESCALA
L'Escala, es un municipio de la comarca de del Alt Empordà, en las comarcas de Girona.
La villa de L'Escala, es el sur del Golfo de Rosas entre la antigua garganta de Fluvià hasta la colina de Montgó. Limita al sur con el término municipal de Torroella de Montgrí (Baix Empordà).
Sus primeros pobladores llegaron por mar y fundar la antigua ciudad de Empúries que acoge actualmente el Museo de Arqueología de Cataluña.
Nace en el siglo XVI, como barrio pescador de Sant Martí d'Empúries, en torno a un pequeño puerto entre las playas de Empúries y la de Riells, y pasó a ser jefe de municipio en el siglo XVIII.
El nombre de la villa proviene del topónimo Scala, que designa un puerto natural por el refugio de barcas; una denominación a la que hace honor y que invita a todos a descubrir que la población es acogedora y está más viva que nunca.
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L'Escala, es una población que ha crecido equilibradamente en un marco privilegiado, donde la historia y el desarrollo han sabido convivir y trazar las líneas de proyección hacia el nuevo milenio.
Entre las actividades, la Escala ofrece disfrutar de sus calas y playas, participar en sus fiestas y tradiciones, escuchar los conciertos de verano, contemplar su paisaje y sus magníficas vistas, pasear por su entorno, visitar las ruinas de Empúries, practicar todo tipo de deportes relacionados con el mar y la montaña ... todo ello, claro está, disponiendo de una amplia y variada oferta de alojamientos.
El mar y las playas bañadas por el sol, se convierten en ejes de la vida de lugareños y visitantes. L'Escala, es paisaje y vestigios de escalencs de otros tiempos: es su núcleo urbano, con el barrio viejo, el comercio, la gastronomía mediterránea y la vida que se respira. La escalera, es mar porque es y ha sido una villa eminentemente marinera, porque es del mar de donde extrae su tradicional fuente de riqueza -la pesca y la salazón de anchoas- y porque es con los paseos por la playa cuando se vive más intensamente y íntimamente la conexión del mar con la Escala.
L'Escala, tiene un componente mágico difícil de definir. Quizás es la luz del atardecer ... Lo cierto es que en la Escala todo el mundo y es bienvenido.
La escala en invierno, es otro mundo. Si en verano el mar y las playas bañadas por el sol se convierten en ejes de la vida de lugareños y visitantes, el invierno nos lleva largos paseos. L'Escala en invierno es paisajes y vestigios de los escalencs de otros tiempos, es pequeñas aldeas rurales fortificados, es su núcleo urbano, con el barrio viejo, el comercio, la gastronomía y la vida que se respira. Si bien en verano la Escala es mar, en invierno lo sigue siendo, porque es y ha sido una villa eminentemente marinera, porque es del mar de donde extrae su tradicional fuente de riqueza la pesca y la salazón de anchoas, porque no puede ni quiere girarse de espaldas al Mediterráneo y porque es en invierno cuando los paseos por la playa se viven más intensamente y más íntimamente.
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